Igualdad salarial: De obligación a ventaja competitiva

¿Sabías que la igualdad salarial es tan crucial que cuenta con dos fechas destacadas en el calendario? Pues sí, esta se celebra el 22 de febrero con el Día de la Igualdad Salarial Europea, y el 18 de septiembre, con el Día Internacional de la Igualdad Salarial, proclamado por la ONU en 2019. Esta doble conmemoración nos recuerda que, a pesar de los avances, todavía queda camino por recorrer: en España, la brecha salarial de género sigue siendo del 20.9%.
Pero no todo son malas noticias; cada vez, más empresas están tomando medidas activas para garantizar la igualdad salarial entre hombres y mujeres. ¿El secreto? La combinación de tecnología, transparencia y compromiso real con la equidad.
En este artículo, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre la igualdad salarial en España: qué es, cómo implementarla y por qué es imprescindible para crear lugares de trabajo más justos y productivos. Porque la igualdad salarial no es solo una meta a alcanzar dos veces al año, sino un compromiso diario para construir un futuro laboral más equitativo.
¿Qué significa la igualdad salarial?
Para contestar a la preguntade qué es la igualdad salarial, debemos reconocer que la igualdad salarial entre hombres y mujeres es un derecho fundamental reconocido en nuestra Constitución Española, específicamente en su artículo 14, que establece la igualdad ante la ley sin discriminación por razón de sexo. Pero, ¿cómo se traslada esto a la práctica laboral cotidiana?
En esencia, cuando hablamos de igualdad salarial, nos estamos refiriendo a un principio básico: recibir la misma retribución por un trabajo de igual valor, independientemente del género de quien lo realice. Este concepto va más allá del salario base e incluye todos los complementos y beneficios, tanto directos como indirectos.
La Ley Orgánica 3/2007 reforzó este compromiso con la igualdad, garantizando no solo la equidad en la retribución, sino también en el acceso al empleo, la formación y la promoción profesional. Este marco legal se alinea con los estándares europeos, donde la igualdad de retribución se considera un principio fundamental desde el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
En la práctica, esto significa que las empresas tienen que asegurar que:
Los criterios de valoración de puestos sean tanto neutros como objetivos
La política salarial sea transparente y accesible
Los complementos y beneficios se apliquen sin sesgos de género
Exista un sistema de seguimiento y evaluación continua
La igualdad salarial no es solo una obligación legal: es una estrategia con medidas y herramientas inteligentes y efectivas que beneficia tanto a empleados como a empresas, mejorando el clima laboral, la retención del talento y la productividad general de la organización.
¿Cómo lograr la igualdad salarial?
La igualdad salarial, es entonces un objetivo que requiere tanto compromiso como acción continua. Tanto es así que, como hemos visto anteriormente, se han establecido dos fechas clave en el calendario para reforzar este compromiso: el 22 de febrero, "Día Europeo de la Igualdad Salarial", que se celebra en España y la UE, y el 18 de septiembre, "Día Internacional de la Igualdad Salarial", proclamado por la ONU en 2019. Pero, ¿cómo podemos convertir este compromiso en realidad?
El primer paso fundamental es la transparencia. Las empresas tienen la obligación de mantener un registro retributivo detallado de toda su plantilla, desde el personal base hasta los altos cargos. Este registro de igualdad salarial no solo debe incluir los salarios base, sino también todos los complementos y percepciones extrasalariales, proporcionando una visión clara de la situación retributiva desglosada por género y grupos profesionales.
💡 ¿Sabías qué?
Las empresas que implementan políticas de transparencia salarial y un plan de igualdad salarial efectivo reducen su brecha salarial en un promedio del 7% durante el primer año de implementación.
La implementación de un plan de acción integral es clave para garantizar que los resultados sean duraderos. Este plan debe incluir auditorías salariales periódicas y establecer criterios objetivos para la valoración de puestos. Las herramientas para reducir la desigualdad de género juegan aquí un papel fundamental, permitiendo automatizar procesos y eliminar sesgos inconscientes en la toma de decisiones salariales.
La tecnología se ha convertido en una aliada indispensable en este proceso. La digitalización de la gestión de nóminas y recursos humanos no solamente facilita la transparencia, sino que también permite mantener un seguimiento constante y preciso de los indicadores de igualdad. Los sistemas automatizados ayudan a identificar y corregir disparidades salariales de manera proactiva, mientras que las medidas para garantizar la igualdad de género se pueden implementar y monitorizar de forma más eficiente.
Entonces, el éxito en la consecución de la igualdad salarial requiere un compromiso continuo. No se trata simplemente de establecer políticas, sino de crear una cultura empresarial que valore y promueva activamente la equidad. Esto implica formar a los equipos directivos, establecer canales de comunicación transparentes y realizar evaluaciones regulares para asegurar que las medidas implementadas están teniendo el impacto deseado.
¿Quién tiene derecho a la brecha salarial?
Es importante tener claro que la igualdad salarial no es un privilegio: es un derecho fundamental reconocido, tanto en la legislación española como en la normativa europea. Todas las personas trabajadoras, sin excepción, tienen derecho a recibir una retribución equitativa por un trabajo de igual valor, independientemente de su género, edad, origen o cualquier otra condición.
El derecho a la igualdad salarial está protegido por varias capas legales. La Constitución Española, en su artículo 14, establece claramente una ley de igualdad salarial sin discriminación. Además, el Estatuto de los Trabajadores refuerza esta protección, obligando a las empresas a garantizar la ausencia de cualquier trato discriminatorio en el trabajo, especialmente en lo que tiene que ver con la materia salarial.
Además, cuando hablamos de discriminación laboral, es crucial entender que esta puede manifestarse de diversas formas, algunas más sutiles que otras. Por ejemplo, las diferencias en complementos salariales, bonificaciones o beneficios pueden constituir un agravio comparativo que debe ser identificado y corregido. Las empresas tienen la obligación legal de prevenir y corregir estas situaciones, implementando medidas efectivas para garantizar la equidad.
Asimismo, los mecanismos de protección son varios y están al alcance de cualquier persona trabajadora. Si se detecta una situación de trato discriminatorio en el trabajo, existen vías claras para denunciar acoso laboral o discriminación salarial. Estas incluyen desde los canales internos de la empresa hasta los recursos legales externos, como la Inspección de Trabajo o los sindicatos.
¿Qué significa desigualdad salarial?
La desigualdad salarial, entonces, va más allá de las diferencias en el salario base: representa un desequilibrio sistémico que puede manifestarse de múltiples formas dentro del entorno laboral. Este fenómeno incluye disparidades en bonificaciones, complementos, beneficios sociales e incluso oportunidades de desarrollo profesional.
Las causas de esta desigualdad son complejas (además de, a menudo, sutiles). Entre ellas encontramos la infravaloración histórica de determinados roles tradicionalmente feminizados, los sesgos inconscientes en los procesos de evaluación y promoción, y la falta de transparencia en las políticas retributivas. La diversidad e inclusión en la empresa juega un papel fundamental para combatir estos patrones y crear un ambiente verdaderamente equitativo.
El impacto de la desigualdad salarial en el ambiente laboral es profundo y multifacético. Esta genera desmotivación, reduce la productividad y puede crear tensiones entre equipos. Además, afecta a la reputación de la empresa negativamente, lo que dificulta la atracción y retención del talento. Por ello, cada vez más empresas están trabajando de manera activa para impulsar la igualdad de género en su empresa, implementando políticas retributivas transparentes y sistemas de evaluación objetivos.
La buena noticia es que la desigualdad salarial es tanto prevenible como corregible. Las empresas que adoptan un enfoque proactivo en la gesti ón de la equidad salarial no solo cumplen con la legislación, sino que construyen una cultura organizacional más fuerte y competitiva. La clave está en implementar sistemas de compensación transparentes, establecer criterios objetivos de evaluación y mantener un compromiso constante con la equidad.
En PayFit, creemos firmemente que la igualdad salarial no solo es una cuestión de justicia y cumplimiento legal, sino un pilar esencial para cualquier empresa que aspire a ser líder en su sector. Las empresas que implementan con éxito políticas de igualdad salarial no solamente mejoran su ambiente laboral y satisfacción de sus empleados, sino que también aumentan su productividad y competitividad en el mercado.
Por eso, animamos a todas las empresas a tomar medidas proactivas para garantizar la igualdad salarial. No solamente en fechas conmemorativas, sino como una práctica continua que forme parte de la cultura corporativa. En este contexto, PayFit ofrece herramientas y soluciones que facilitan este proceso, haciendo más sencilla la gestión de nóminas y asegurando que la igualdad salarial sea una realidad en tu empresa.
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