¿La renuncia silenciosa, qué es?

Kimberlein Ríos
Actualizado el 10 de agosto de 2025

María forma parte del equipo de marketing en una empresa tecnológica. Durante su primer año, estaba muy motivada: proponía ideas, se ofrecía para nuevos proyectos y colaboraba activamente con sus compañeros. Sin embargo, con el tiempo, sus esfuerzos dejaron de ser reconocidos y la carga de trabajo aumentó sin oportunidades de crecimiento ni formación.

Además, su jefe rara vez le daba feedback y solo se comunicaba para pedir resultados urgentes. El ambiente se volvió tenso y la presión aumentó. María, agotada y desmotivada, dejó de participar en reuniones más allá de lo necesario, ya no proponía ideas y solo cumplía con sus tareas básicas. Aunque seguía yendo a la oficina y no presentó carta de renuncia trabajo, su implicación y rendimiento disminuyeron notablemente.

Este caso pasó desapercibido durante meses, hasta que otros compañeros notaron su desinterés y el equipo perdió cohesión. La empresa comenzó a ver una caída en la creatividad y los resultados, sin entender que la renuncia silenciosa de María era el síntoma de un problema más profundo en la gestión y el clima laboral.

¿Qué es la renuncia? ¿Y qué significa realmente la renuncia silenciosa? En el artículo de hoy te explicamos en profundidad estos conceptos, sus causas, consecuencias y las mejores estrategias para prevenirlos en tu empresa.

¿Qué significa la renuncia silenciosa?

La renuncia silenciosa (o silent quitting) es un fenómeno laboral en el que el empleado, sin presentar una carta de renuncia al trabajo ni abandonar oficialmente su puesto, decide limitarse a cumplir estrictamente con sus funciones básicas y deja de comprometerse con la empresa. 

Este comportamiento, conocido también como quitting o “quiet quitting” (quitting significado: dejar de esforzarse sin renunciar), afecta la productividad y el ambiente laboral y puede pasar desapercibido durante mucho tiempo.

¿Qué se entiende por renuncia?

La renuncia se entiende como el acto voluntario mediante el cual un trabajador decide poner fin a su relación laboral con una empresa. 

Esta decisión suele formalizarse a través de una carta de renuncia de trabajo, en la que el empleado comunica oficialmente su intención de dejar el puesto, ya sea por razones personales, profesionales o por insatisfacción con el entorno laboral.

¿Qué tipos de renuncia hay?

Existen diferentes formas en las que un empleado puede finalizar su relación laboral con una empresa. Aunque la más común es la renuncia voluntaria, donde el trabajador comunica su decisión de dejar el puesto y suele cumplir con el preaviso legal, también existen otros tipos de renuncia que pueden tener implicaciones importantes tanto para el empleado como para la organización. 

Entre ellas se encuentran las siguientes:

  1. Renuncia voluntaria: El trabajador comunica su decisión de dejar el puesto, normalmente respetando el preaviso legal.

  2. Renuncia inmediata: El empleado abandona su puesto sin previo aviso, lo que puede tener consecuencias legales.

  3. Renuncia silenciosa (quiet quitting): El empleado no deja el trabajo oficialmente, pero reduce su esfuerzo e implicación al mínimo.

  4. Renuncia tácita: El trabajador deja de presentarse sin justificar su ausencia, lo que se considera abandono del puesto.

  5. Renuncia forzada: Cuando la persona se ve presionada a renunciar, directa o indirectamente, por parte de la empresa.

¿Cuáles son las causas de la renuncia silenciosa?

Identificar las causas que llevan a la renuncia silenciosa es clave para anticipar y evitar este fenómeno en los equipos. Generalmente, están relacionadas con la gestión y el clima de la empresa:

  • Falta de reconocimiento y valoración del trabajo.

  • Ausencia de oportunidades de crecimiento profesional.

  • Sobrecarga de trabajo y agotamiento (burnout).

  • Liderazgo poco empático y escasa comunicación.

  • Ambiente laboral tóxico o desmotivador.

  • Desalineación de valores entre el empleado y la empresa.

  • Falta de equilibrio entre vida personal y profesional.

  • Carencia de políticas de bienestar o endomarketing.

En resumen, la mayoría de los empleados que caen en la renuncia silenciosa lo hacen porque sienten que su esfuerzo no es apreciado o que sus necesidades básicas no están siendo atendidas.

¿Cómo se manifiesta la renuncia silenciosa en el trabajo?

La renuncia silenciosa puede pasar desapercibida al principio, pero suele reflejarse en cambios claros en el comportamiento y la actitud del empleado dentro de la empresa. Detectar estos signos es fundamental para poder actuar a tiempo y evitar que la situación se extienda a otros miembros del equipo.

  • El empleado solo cumple con las tareas mínimas de su puesto y evita asumir nuevas responsabilidades.

  • Disminuye su participación en reuniones, proyectos o iniciativas del área.

  • Muestra apatía, desmotivación o actitud distante frente al trabajo y los compañeros.

  • Deja de proponer ideas, mejoras o soluciones creativas.

  • Reduce la interacción y comunicación con el equipo y los líderes.

  • Evita implicarse en actividades fuera de su horario laboral, desconectando por completo al terminar su jornada laboral.

En conclusión, la renuncia silenciosa se manifiesta a través de una presencia física, pero una desconexión emocional y actitudinal. Identificar estos síntomas permite a la empresa intervenir antes de que la desmotivación afecte el rendimiento global y el clima laboral.

¿Cuáles son los efectos de la renuncia silenciosa en las empresas?

La renuncia silenciosa puede afectar de forma significativa el funcionamiento y los resultados de cualquier empresa, aunque muchas veces sus consecuencias no sean evidentes de inmediato. 

A continuación, te mostramos con una tabla los principales efectos negativos que puede generar este fenómeno en las empresas:

EfectoDescripción
Disminución de la productividadLos empleados solo hacen lo mínimo necesario, afectando el rendimiento global del equipo.
Deterioro del ambiente laboralLa falta de compromiso genera apatía y desmotivación, afectando la cohesión y colaboración del equipo.
Dificultad para innovar y adaptarseMenor participación y creatividad dificultan la innovación y la adaptación a nuevos retos del mercado.
Aumento de la rotación de personalLa desmotivación se traduce a medio plazo en más renuncias y mayor rotación de empleados.
Sobrecarga de trabajo para empleados comprometidosLos miembros más implicados asumen más tareas, lo que puede llevar a su propio agotamiento o burnout.
Impacto negativo en la reputación de la empresaUn ambiente desmotivado reduce el atractivo de la empresa para captar y retener talento.
Incremento del absentismo y problemas con la jornada laboralPuede aumentar el ausentismo y el incumplimiento de la jornada laboral.

Como puedes ver, la renuncia silenciosa no solo afecta al empleado individual, sino que puede desencadenar una serie de problemas estructurales que debilitan la salud organizacional, la motivación de los equipos y la competitividad de la empresa. Por eso, es fundamental que las compañías detecten a tiempo este fenómeno y trabajen activamente para prevenirlo.

¿Por qué la renuncia silenciosa afecta más a las nuevas generaciones?

La renuncia silenciosa es más frecuente entre las nuevas generaciones, especialmente millennials y la Generación Z, debido a sus expectativas y valores en el entorno laboral. 

A diferencia de generaciones anteriores, estos jóvenes priorizan el equilibrio entre vida personal y trabajo, el bienestar emocional y la búsqueda de propósito en lo que hacen. Valoran la flexibilidad, el reconocimiento y la posibilidad de desarrollarse en un ambiente alineado con sus principios.

  • Buscan trabajos que les permitan mantener su salud mental y un balance saludable entre lo profesional y lo personal.

  • Tienen menos tolerancia a ambientes laborales tóxicos o a la falta de reconocimiento.

  • Prefieren desvincularse emocionalmente antes que comprometerse en exceso si no ven oportunidades de crecimiento o sentido en su labor.

  • Son más propensos a cambiar de empleo si no encuentran satisfacción laboral, pero mientras tanto, pueden adoptar el “quiet quitting” como mecanismo de autoprotección.

  • Valoran empresas que fomentan la inteligencia emocional, es decir, la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las emociones propias y las de los demás, creando así un ambiente de respeto, comunicación y apoyo mutuo.

En conclusión, la renuncia silenciosa en las nuevas generaciones refleja un cambio de prioridades y una mayor conciencia sobre la importancia del bienestar integral y la realización personal en el trabajo.

¿Cómo evitar la renuncia silenciosa en tu empresa?

Evitar la renuncia silenciosa es más importante que nunca, sobre todo en un contexto en el que fenómenos como la gran renuncia han puesto en evidencia la búsqueda masiva de bienestar y propósito por parte de los empleados. Las empresas ya no solo compiten por el talento, sino también por retenerlo y mantenerlo motivado. Ante esta realidad, es fundamental adoptar un enfoque preventivo y humano:

  • Crea una cultura de comunicación abierta, donde todos puedan expresar inquietudes y sentirse escuchados sin miedo a represalias.

  • Reconoce el esfuerzo y los logros de manera genuina, tanto en público como en privado, para que los empleados sientan que su trabajo aporta valor.

  • Ofrece oportunidades claras de crecimiento y desarrollo profesional dentro de la empresa, mostrando que el futuro también puede construirse internamente.

  • Incorpora la inteligencia emocional en la gestión diaria, formando líderes capaces de empatizar, motivar y apoyar a sus equipos en los desafíos del día a día.

  • transparente en la comunicación de objetivos y cambios, generando confianza y sentido de pertenencia.

  • Promueve el equilibrio entre vida personal y profesional, brindando flexibilidad en la jornada laboral y adaptando beneficios a las necesidades reales de tus equipos.

  • Refuerza el endomarketing y el employer branding para que el orgullo de pertenecer a la empresa sea genuino y duradero.

  • Evalúa regularmente el clima organizacional y actúa rápido ante cualquier señal de desgaste, desmotivación o “quiet quitting”.

En conclusión, la gran renuncia y la renuncia silenciosa son señales claras de que el mundo laboral está cambiando. Prevenir el “quiet quitting” implica crear un entorno donde las personas se sientan valoradas, cuidadas y motivadas para crecer junto a la empresa. Apostar por el bienestar y la inteligencia emocional es clave para construir equipos comprometidos y resilientes en el largo plazo. 

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