Las diferencias entre el contrato y el acuerdo

Algunos documentos son acuerdos, otros son contratos, pero, ¿por qué es necesario entender la diferencia entre el contrato y el acuerdo?
Te diré por qué: utilizar un documento incorrecto puede terminar en algunos problemas financieros y legales. En el artículo de hoy, entiende la diferencia para usar el documento correcto y proteger desde el punto de vista jurídico tu negocio.
Además, las tendencias de gestión contractual siguen evolucionando de la mano de la tecnología y hay que adaptarse a los cambios para trabajar acorde con los nuevos tiempos.
¿Qué es un acuerdo?
Un acuerdo se define como la promesa entre dos o más partes para hacer o no hacer algo, estableciendo una colaboración sin necesariamente seguir un proceso administrativo formal. Estos acuerdos informales y a menudo no escritos se conocen principalmente porque los términos se basan en el honor, no en la exigibilidad.
Los acuerdos se basan en la confianza y no son legalmente ejecutables con el arbitraje o en un tribunal. A diferencia de los contratos, los acuerdos de colaboración carecen del respaldo administrativo necesario para su ejecución forzosa.
Si una de las partes no hace lo que dice que va a hacer, la otra parte no tiene derecho a ningún remedio o compensación.
Es difícil consensuar un "acuerdo" asegurándose al 100% de que todas las partes cumplirán su promesa. Y a todos nos ha pasado que nos hemos quedado alguna vez con las manos en la masa.
Un acuerdo puede ser verbal o escrito. Si el acuerdo escrito cumpliese con las mismas características que un contrato, entonces hablamos de un contrato directamente.
¿Qué es un contrato?
Todos los contratos son acuerdos, pero no todos los acuerdos son contratos.
En el mundo de los negocios, el término "acuerdo" es una manera común de referirse al "contrato", lo que dificulta saber exactamente de lo que se habla.
Más específicamente podríamos decir que un contrato es la representación jurídica de una disposición natural de la sociedad a consensuar con otro de su igual distintos pactos que representen beneficios mutuos.
Un contrato puede ser verbal o escrito y contiene testigos y consideraciones. Es decir, las partes que hayan firmado el contrato estarán obligados por la ley.
Si alguno de los individuos o partes en el contrato rompe el contrato o cualquier término mencionado dentro del contrato, existirán consecuencias legales.
¿Cuáles son las diferencias entre contrato y acuerdo?
A primera vista, un acuerdo escrito y un contrato se parecen, pero las diferencias clave de ambos documentos hacen que la distinción sea más evidente.
Los acuerdos suelen ser casuales y verbales. Un acuerdo verbal rara vez se sostiene en los tribunales, pero un acuerdo escrito puede hacerse pasar por un contrato.
Mientras que un contrato requiere un proceso administrativo específico para su formalización, un acuerdo de colaboración puede establecerse de manera más informal.
El alcance del acuerdo es más amplio, y el de un contrato es más ceñido. Los acuerdos abarcan todo tipo de arreglos, los contratos sólo abarcan los documentos legalmente exigibles.
Los contratos deben tener los elementos esenciales: oferta y aceptación, contraprestación y competencia. Los acuerdos no reflejan los requisitos de un contrato exigible, aunque si se exponen por escrito, entonces se consideran como un contrato.
La ley no hace cumplir el acuerdo, ni escrito ni verbal.
La ley hace cumplir el contrato, y las personas en el contrato están sujetas a sus términos de acuerdo con la ley, en escrito y en verbal si se dan las circunstancias adecuadas.
¿Por qué crear un contrato en vez de un acuerdo?
Como explicamos en este artículo, la seguridad jurídica que proporciona un contrato es incomparable frente a un simple acuerdo. Aunque tanto los contratos verbales como los escritos son legalmente vinculantes si se dan las circunstancias adecuadas, el contrato escrito suele ser mejor opción que un acuerdo pero también más que un contrato verbal. Esto es especialmente relevante en el ámbito de la administración pública, donde la documentación escrita es fundamental. Estas son las razones:
Un contrato verbal no puede anular un contrato escrito
Un contrato escrito puede definir los términos del acuerdo
Un contrato escrito protege tus relaciones personales y comerciales
Un contrato escrito evita mejor los malentendidos.
Un contrato escrito es más fácil de impugnar en los tribunales
Un contrato escrito hace que muchas transiciones personales y empresariales sean menos complicadas.
Por ejemplo, redactar un contrato de trabajo puede garantizar a la empresa las condiciones de trabajo de un empleado, siguiendo las normativas establecidas por la administración pública para la protección de los derechos laborales. Para el trabajador, este documento será su garantía de derechos en su puesto de trabajo.
Sin un contrato, es la palabra de la empresa contra el trabajador. Esto es especialmente problemático cuando se trata de resolver disputas en el sector público, donde la administración requiere documentación formal para cualquier proceso.
Cómo utilizar un contrato para mantener el cumplimiento legal
Conocer la diferencia entre un acuerdo y un contrato, como detallamos en este artículo, podría salvar tu negocio y evitar complicaciones de carácter jurídico en el futuro.
Ahora que ya sabes que la mejor opción para tu empresa siempre va a ser realizar un contrato escrito, veámos cómo implementar una correcta gestión de estos documentos.
Aunque podrías redactar un contrato tú mismo y llevarlo a un abogado, ahorrarás más tiempo y dinero si utilizas una herramienta que te permita la creación de contratos y la firma de ellos en un clic.
Gracias a la digitalización, ya no hablamos solo de contratos verbales o escritos. La gestión digital de contratos ha revolucionado la forma en que las empresas manejan sus relaciones comerciales y laborales. Los contratos, engorrosos y primitivos, también han evolucionado. Hoy en día podemos hablar de contratos digitales e incluso de un nuevo término que está ganando importancia: los smart contracts.
Con estos avances ha cambiado una cosa muy importante en relación a los contratos: la firma de estos. Antes, sin un abogado, no entendías el contenido de un contrato y podías hacer menos. Ahora, la complejidad puede ser mayor o menor pero una cosa está clara, el proceso de firma se ha optimizado.
La forma antigua: firmar y enviar documentos significaba estar atado a tu escritorio. La nueva forma: firmar digitalmente tus documentos, y contratos, dondequiera que la vida te lleve y seguir las actualizaciones importantes desde tu teléfono móvil.
Y todo, con la misma validez legal que si de una firma manuscrita se tratara. Esta evolución en la gestión de contratos ha simplificado enormemente los procesos administrativos de las empresas.
¿Sabías que con la firma digital el 76% de los contratos de RRHH se firman el mismo día? Este dato demuestra cómo la digitalización ha transformado la gestión administrativa de los contratos en el ámbito público y privado. Una eficiente gestión de contratos no solo ahorra tiempo, sino que también reduce errores y mejora el cumplimiento normativo.
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