¿Qué es una pensión contributiva y cómo afecta a tu gestión de RRHH?

María lleva 14 años y 10 meses trabajando en la misma empresa cuando sufre un accidente que la deja con una incapacidad permanente. Al solicitar su pensión contributiva, descubre que le faltan dos meses de cotización para llegar al mínimo exigido. Esta situación, más común de lo que imaginamos, afecta a miles de trabajadores cada año en España.
¿Alguna vez te has preguntado qué significa realmente una pensión contributiva? ¿O cómo afectan a tu empresa y a tus empleados? ¿O quizás te has cuestionado cuál es tu papel como empleador en este proceso? La gestión de las pensiones contributivas es una de los temas que genera más dudas entre los profesionales de recursos humanos y los empresarios.
En el actual contexto donde la planificación del futuro financiero es cada vez más importante, entender el funcionamiento de las pensiones contributivas no solo es relevante para tus empleados, sino también para tu empresa. ¿Estás preparado para descubrir todo lo que necesitas saber sobre este tema? ¡Sigue leyendo!
¿Qué es una pensión contributiva?
Una pensión contributiva es esa prestación económica que recibe una persona después de haber cotizado a la Seguridad Social durante un período mínimo establecido por la ley. A diferencia de otras ayudas, estas pensiones están vinculadas directamente a las aportaciones realizadas por el trabajador y la empresa a lo largo de su vida laboral.
Y, ¿te has preguntado por qué se llaman "contributivas"? La respuesta es sencilla: porque se financian principalmente con las contribuciones (cotizaciones) que tanto trabajadores como empresas realizan al sistema de la Seguridad Social. Estas aportaciones son obligatorias y se calculan como un porcentaje del salario del trabajador.
Las pensiones contributivas en España pueden ser de diferentes tipos:
Jubilación
Incapacidad permanente
Viudedad
Orfandad
En favor de familiares
¿Qué diferencia hay entre las pensiones contributivas y no contributivas?
Llegados a este punto, ¿cuál es la diferencia entre la pensión contributiva y no contributiva? Esta es una duda muy frecuente tanto para empleados como para departamentos de RRHH. Aunque ambas son prestaciones económicas gestionadas por el Estado, estas tienen diferencias fundamentales que debes conocer:
Pensión contributiva | Pensión no contributiva |
---|---|
Requiere un período mínimo de cotización | No requiere cotización previa |
La cuantía depende de las bases de cotización y tiempo cotizado | La cuantía es fija y generalmente menor |
Gestionada por la Seguridad Social | Gestionada por las Comunidades Autónomas |
Financiada principalmente por cotizaciones | Financiada a través de impuestos generales |
Compatible con ciertos niveles de ingresos y patrimonio | Sujeta a límites estrictos de ingresos y patrimonio |
Su principal diferencia radica en su origen: mientras que las pensiones contributivas se generan a partir de las cotizaciones realizadas durante la vida laboral, las no contributivas están diseñadas como un sistema de protección para personas en situación de necesidad que no han cotizado lo suficiente para acceder a una pensión contributiva.
💡 ¿Sabías qué...?
Las pensiones contributivas se revalorizan anualmente según el Índice de Precios al Consumo (IPC) medio del año anterior. Esta medida, implementada tras la reforma de 2021, garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas frente a la inflación. Para 2025, esto ha supuesto una subida del 3,8% en todas las pensiones contributivas, beneficiando a más de 8,5 millones de pensionistas en España.
¿Quién tiene derecho a cobrar una pensión contributiva?
¿Te preguntas si los trabajadores de tu empresa cumplirán los requisitos para acceder a una pensión contributiva en el futuro? Los requisitos varían según el tipo de pensión, pero para la más común, la de jubilación, estos son los criterios generales:
Edad mínima: Actualmente, la edad ordinaria de jubilación está en proceso de aumento gradual hasta alcanzar los 67 años en 2027 (o 65 años para carreras largas de cotización).
Período mínimo de cotización: Se requieren al menos 15 años cotizados (5.475 días), de los cuales 2 años deben estar dentro de los 15 años inmediatamente anteriores a la solicitud de la jubilación.
Alta en la Seguridad Social: En general, es necesario estar dado de alta o en situación asimilada al alta (como desempleo subsidiado).
Para otros tipos de pensiones contributivas, como las de incapacidad permanente o viudedad, los requisitos son diferentes. Por ejemplo, para la incapacidad permanente, el período mínimo de cotización varía según la edad y la causa de la incapacidad.
¿Has considerado cómo la prejubilación puede afectar a las futuras pensiones contributivas de tus empleados? Es importante que como responsable de RRHH puedas ofrecer información clara sobre estas cuestiones, ya que las decisiones tomadas hoy tendrán un impacto significativo en el futuro financiero de tu equipo.
¿Cuánto se cobra una pensión contributiva?
Una de las preguntas más frecuentes entre trabajadores que planifican su jubilación es: ¿Cuánto es la pensión contributiva mínima?. Pues bien, la respuesta no es sencilla, ya que la cantidad de esta pensión depende de varios factores:
Base reguladora: Calculada a partir de las bases de cotización de los últimos años (actualmente se tienen en cuenta los últimos 25 años, y este período seguirá aumentando).
Porcentaje aplicable: Depende de los años cotizados. Con 15 años se tiene derecho al 50% de la base reguladora, aumentando progresivamente hasta el 100% con 37 años cotizados (en 2027).
Tipo de pensión: Cada modalidad tiene sus propias reglas de cálculo.
Para 2025, la pensión contributiva mínima de jubilación para una persona mayor de 65 años con cónyuge a cargo se ha establecido en 966,20 euros mensuales (14 pagas anuales), lo que supone un incremento respecto al año anterior siguiendo la subida de pensiones contributivas aprobada para 2025.
No obstante, es importante destacar que existe un límite máximo para las pensiones contributivas, que en 2025 se sitúa en 3.175,04 euros mensuales. Este tope afecta especialmente a trabajadores con salarios altos y largas carreras de cotización.
¿Sabías que la prestación contributiva por desempleo también se calcula en función de las cotizaciones realizadas? Como ves, el sistema de prestaciones contributivas va más allá de las pensiones de jubilación.
Así entonces, como hemos visto las pensiones contributivas representan un pilar fundamental del sistema de protección social en España y, como empleador o responsable de RRHH, tu papel en este proceso es crucial. Una gestión adecuada de las cotizaciones no solo garantiza el cumplimiento legal, sino que también contribuye al bienestar futuro de tus empleados.
En PayFit entendemos la complejidad que supone la gestión de nóminas y cotizaciones a la Seguridad Social. Por eso, nuestro software está diseñado para automatizar estos procesos, garantizando que todas las contribuciones se calculen y declaren correctamente, sin errores que puedan afectar a las futuras pensiones contributivas de tus empleados.
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