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¿Qué tiene que ver la firma con la protección de datos personales?

La protección de datos de carácter personal es imprescindible dentro de cualquier empresa y organización. Con la entrada en vigor en 2016 del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y su aplicación a partir del 2018, las medidas para salvaguardar este derecho se han visto reforzadas.
De hecho, el incumplimiento de llevar a cabo medidas al respecto en la organización del trabajo y el tratamiento de datos diario en las compañías, está dando lugar a elevadas sanciones interpuestas por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).
Una mala gestión de los datos supone un alto riesgo y un gran impacto en los afectados. Por ello, las empresas deben ser muy cuidadosas al respecto.
En este contexto, la firma y la protección de datos están muy relacionadas ya que esta se considera un dato personal, enseguida veremos por qué.
En el artículo de hoy explicamos a los empresarios y responsables de RRHH todo lo relacionado con el proceso de la firma digital en la protección de datos, cómo firmar documentos de manera segura y la regulación de la firma en el RGPD.
RESUMEN
La firma y la protección de datos de carácter personal
Los datos personales son toda información sobre una persona física identificada o identificable.
Con identificable se hace referencia a toda persona cuya identidad pueda determinarse, directa o indirectamente, en particular mediante un identificador.
Algunos ejemplos son: un nombre, un número de identificación, datos de localización, un identificador en línea o uno o varios elementos propios de la identidad física, fisiológica, genética, psíquica, económica, cultural o social de dicha persona, etc.
Así pues, la firma según el RGPD podría considerarse, a priori, como un dato identificativo de las personas.
La firma de documentos es un proceso altamente delicado que implica una serie de obligaciones por las partes que lo firman, por lo que hay que disponer de un mecanismo que garantice su fiabilidad y validez.
Además, muchos de los documentos a firmar contienen un gran número de datos sensibles (art. 9 RGPD) cuya protección es más severa, ya que no pueden ser arriesgados a ser filtrados. Especialmente ahora que los ataques cibernéticos cada vez son más sofisticados y frecuentes.
¿Qué es una firma digital?
La firma digital o firma electrónica es un proceso por el cual se digitaliza la firma de documentos o contratos de trabajo. Esto quiere decir que en vez de firmar en papel, ambas partes firman a través de internet.
De todas formas, hay que tener en cuenta que no todas las firmas electrónicas poseen las características de seguridad de las firmas digitales.
La firma digital tiene validez legal, además de otras ventajas como:
Agilidad en el proceso: el 76% de los documentos se firman el mismo día.
Remota: no es necesario que las personas se encuentren en el mismo espacio.
Sostenible: elimina el papel.
Segura: firmar a través de un buen proveedor de firma digital es mucho más seguro que firmar en papel, evita falsificaciones y garantiza la validez del contenido.
La firma digital proporciona autenticidad e integridad de un documento, mensaje o software. Está formada por dos claves, en el sentido de que se aplican mecanismos criptográficos al contenido del mensaje para demostrar al receptor que el emisor es real, que el mensaje llegó y que éste no se ha alterado desde su emisión.
En esta línea, la firma digital encripta los datos de un documento, dándole mayor seguridad y veracidad.

Smart contracts, firma y protección de datos
Los smart contracts o contratos inteligentes son uno de los tipos de documentos más seguros, ya que utilizan la tecnología blockchain o cadena de bloques.
Esta tecnología registra un contrato o conjunto de transacciones que no acceden a datos externos sino que utilizan como información los datos almacenados en la cadena de bloques.
Esta forma de organización de la información asegura la integridad de los datos registrados, pues no es muy complejo (casi imposible), eliminar o modificar la información almacenada en un bloque.
Cada vez es más común formalizar contratos de este tipo con la firma digital, de manera que la protección de los datos queda garantizada.