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Mientras realizaba sus tareas habituales, Manuel pisó una zona del suelo que no estaba correctamente asegurada. La ausencia de señalización y una supervisión deficiente provocaron una caída de varios metros que le causó fracturas y contusiones graves. Tras el suceso, la empresa abrió una investigación interna para determinar las causas y mejorar las medidas de prevención. Paralelamente, se puso en marcha el proceso administrativo necesario para gestionar su incapacidad temporal.
En este caso, el motivo de la baja médica es un accidente ocurrido durante la jornada laboral. Por ello, Manuel tiene derecho a percibir una prestación económica específica, cuyo importe depende de las contingencias profesionales del puesto y, en algunos casos, de lo establecido en el convenio colectivo.
Es fundamental que tanto empleadores como responsables de Recursos Humanos comprendan cómo actuar ante este tipo de situaciones: desde la tramitación del parte médico hasta el cálculo de la prestación que corresponde al empleado. En las siguientes líneas te explicamos, paso a paso, todo lo que debes saber sobre el procedimiento, los derechos del trabajador y las obligaciones de la empresa ante un accidente en el trabajo.
Un accidente en el trabajo se produce cuando un empleado sufre una lesión o daño mientras desempeña sus funciones o durante el trayecto habitual hacia su lugar de trabajo (accidentes in itinere), exceptuando los casos de imprudencia grave.
En consecuencia, la incapacidad temporal derivada de este tipo de accidentes se gestiona de manera distinta a una baja por enfermedad común. Este tipo de situación debe ser reconocida por el Instituto Nacional de la Seguridad Social o por la mutua correspondiente, garantizando así los derechos y prestaciones del trabajador afectado.
En 2024, los accidentes laborales resultaron en la muerte de 796 personas, lo que representa un incremento del 10,4% respecto al año anterior, donde se registraron 721 fallecimientos relacionados con la actividad laboral o en el desplazamiento hacia el trabajo.
Guía sobre las bajas médicas
El procedimiento para tramitar una baja por accidente de trabajo dispone de cuatro sencillos pasos:
Asistencia médica inicial: Volviendo al escenario expuesto anteriormente, Manuel tras sufrir el accidente fue trasladado al hospital más cercano donde un médico evalúa su condición. Debido a las lesiones ocasionadas, el profesional médico determina que Manuel no está en condiciones para seguir desempeñando su trabajo, por ello emite la baja laboral.
Emisión y comunicación de la baja: Aunque el médico le proporciona a Manuel una copia del parte de baja, el trabajador ya no tiene la obligación de entregar personalmente el documento a su empleador (Concretamente, desde el 1 de abril de 2023). Es decir, el INSS informará a la empresa sobre la baja el primer día hábil después de haber recibido el parte.
Notificación a la Seguridad Social: La empresa debe informar a la Seguridad Social sobre los detalles económicos del parte de baja de manera inmediata, o a más tardar dentro de los tres días hábiles siguientes, utilizando el sistema RED.
Seguimiento de la baja: Si la baja se prolonga, es necesario gestionar los partes de confirmación de la misma. En caso de recuperación del trabajador, se tramitará el alta. Si la baja se extiende más allá de 365 días, la gestión de la misma pasará a manos del INSS.
Un parte de baja debe incluir la fecha estimada para la revisión del empleado, así como también la duración prevista (baja de muy corta, corta, media y larga duración).
Dicho esto, es importante que este procedimiento se lleve a cabo de la forma más diligente posible, ya que asegura tanto la salud del trabajador como los aspectos administrativos y legales sean atendidos adecuadamente.
Para que una situación se pueda considerar como baja por accidente laboral, tienen que cumplirse diversos requisitos específicos - los cuales difieren de bajas por enfermedad común o por accidentes no laborales.
La lesión debe ocurrir en el entorno de trabajo: El primer criterio es que la lesión debe ocurrir mientras se está trabajando o como resultado directo de las actividades laborales. Esto abarca: Accidentes ocurridos en el lugar de trabajo o durante viajes de negocios, accidentes “in itinere”, que son los que suceden en el trayecto habitual hacia y desde el lugar de trabajo, accidentes durante tareas realizadas fuera del lugar habitual de trabajo por encargo del empleador y/o afecciones como la tuberculosis y otras enfermedades que se originan en el ambiente laboral, aunque no estén listadas como enfermedades profesionales reconocidas.
Mantener un contrato de trabajo activo: Para reclamar compensación por una lesión laboral, es necesario que el trabajador esté registrado en la Seguridad Social y mantenga un contrato de trabajo activo. Los trabajadores autónomos deben estar inscritos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y contar con un seguro de incapacidad temporal.
No se requiere un mínimo de contribuciones para ser elegible: A diferencia de otras compensaciones por incapacidad temporal, no se exige un mínimo de contribuciones para la compensación por accidentes laborales. Esto significa que cualquier trabajador es elegible para recibir beneficios desde el primer día de ausencia.
El accidente no debe ser resultado de negligencia grave del trabajador: Si se demuestra que el accidente fue causado por una negligencia grave del trabajador, esto podría limitar o negar el derecho a recibir compensación.
Obtención de la baja médica por parte de la mutualidad o médico del sistema público.
“¿Cuáles son mis derechos si me lesiono trabajando?” Es una de las primeras dudas que surgen cuando un empleado sufre un percance en el desempeño de sus funciones. En estos casos, la legislación laboral ofrece una protección específica para garantizar tanto la recuperación del trabajador como la estabilidad de su empleo.
Desde que se emite el parte médico de incapacidad temporal, el empleado tiene derecho a percibir una prestación económica equivalente al 75 % de su base reguladora a partir del segundo día de baja. Esta cantidad puede incrementarse si así lo establece el convenio colectivo aplicable.
Cuando la recuperación se alarga, la compensación económica se mantiene durante todo el periodo en el que el trabajador no puede reincorporarse. Si las secuelas derivan en una incapacidad permanente, se contemplan indemnizaciones o pensiones según la gravedad y el grado de limitación reconocido.
Por otro lado, la empresa tiene la obligación de no despedir de forma injustificada al empleado mientras se encuentre en situación de baja médica, y debe facilitar su regreso al puesto de trabajo —o a otro equivalente — una vez obtenga el alta.
En caso de baja laboral por accidente de trabajo o enfermedad profesional, la Seguridad Social o la entidad gestora, asume el coste desde el día siguiente al inicio de la baja médica, de acuerdo a la cuantía correspondiente.
La empresa recibe la prestación correspondiente a través de sus costes de seguridad social, es decir, estos se verán reducidos en el importe correspondiente a la prestación que la Seguridad Social asume. Si la IT se produce en el mes de mayo, la empresa recibirá la compensación por dichas prestaciones en los seguros sociales del mes de mayo, que se pagan al mes siguiente.
La prestación económica se materializa en un subsidio cuya cuantía se fija en función de la base reguladora o base de cotización y de los porcentajes aplicables a la misma en cada momento.
En este caso, el subsidio asciende al 75 % de la base reguladora desde el día siguiente de la baja médica en adelante, y será este porcentaje el usado en el cálculo de nómina con baja por accidente laboral.
Al igual que en las bajas por contingencias comunes, es posible que el convenio colectivo mejore las condiciones de una baja laboral por accidente de trabajo, por ejemplo, abonando el 25% restante para completar la cuantía de la paga.
Este complemento de IT se abona directamente en nómina y tiene carácter temporal. Será el convenio el que nos indique tanto la cuantía como los periodos en los que deben complementarse las prestaciones por IT.
Es importante tener en cuenta que este "complemento de IT" abonado en la nómina del trabajador, es un concepto exento de cotización y, aunque veamos su importe sumado al bruto total de la nómina que va a percibir el empleado, dicha cuantía no será computable en la base de cotización de ese mes al considerarse una mejora de las prestaciones de la Seguridad Social.
Uno de los miedos de la persona que causa baja es “¿Me pueden despedir estando de baja?” La respuesta es sí. Sin embargo, es importante mencionar que la causa del despido no puede ser la baja per se.
Por esta razón, si Manuel es despedido mientras está de baja y el despido se atribuye directamente a la baja, este podría ser declarado nulo por los tribunales, ya que se estaría vulnerando uno de los derechos fundamentales del trabajador.
En situaciones donde el despido se declare nulo, el empleado tiene derecho a ser reincorporado a su puesto de trabajo, y la empresa debe compensar al trabajador con los salarios que dejó de recibir desde el momento del despido hasta su efectiva reincorporación. Además, podría corresponder una indemnización por daños y perjuicios si se prueba que el despido causó un perjuicio al trabajador.
Si un accidente laboral resulta en una incapacidad permanente para el trabajador, se desencadenan una serie de procedimientos y derechos específicos para asegurar el bienestar y la protección económica del afectado.
Entonces… ¿Qué ocurre en estos casos?
Después de un accidente laboral, si las lesiones resultan en una incapacidad que impide al trabajador regresar a sus actividades habituales, se realiza una evaluación médica por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) o de la mutua correspondiente.
Esta evaluación determina si la ineptitud es parcial, total, absoluta para cualquier trabajo, o si se trata de una gran invalidez :
Incapacidad permanente parcial: Para aquellos que sufren una disminución no inferior al 33% en su rendimiento habitual para el trabajo, pero pueden seguir desempeñando algunas tareas.
Incapacidad permanente total: Cuando el trabajador no puede realizar su trabajo habitual, pero podría desempeñar otra actividad distinta.
Incapacidad permanente absoluta: Se da cuando el trabajador no está capacitado para desempeñar ningún tipo de trabajo.
Gran Invalidez: Cuando el trabajador, además de no poder trabajar, necesita la asistencia de otra persona para actividades esenciales de la vida diaria.
3. Prestaciones económicas: Dependiendo del grado de ineptitud, el trabajador puede tener derecho a una indemnización a tanto alzado o a una pensión de incapacidad permanente, que puede ser temporal o vitalicia. La cuantía de estas prestaciones varía según el grado de incapacidad y la base reguladora del salario del trabajador.
4. Revisión de la incapacidad: Las condiciones de salud del trabajador pueden cambiar con el tiempo, lo cual puede llevar a una revisión de la ineptitud permanente. Esta revisión puede resultar en un aumento o disminución de la prestación, dependiendo de la mejora o deterioro de la salud del trabajador.
En resumen, este proceso requiere una gestión cuidadosa para asegurar que se cumplen tanto los derechos del empleado como las obligaciones del empleador, y para garantizar una transición suave y conforme a la ley. Por ello, PayFit revoluciona la gestión de bajas laborales al sincronizarse diariamente con la Seguridad Social, asegurando que toda información sobre bajas de los empleados esté actualizada automáticamente en la plataforma. Esto elimina la carga administrativa sobre los gestores, previene errores y regularizaciones, y proporciona una visibilidad completa y actualizada del estado de las bajas laborales. Con PayFit, las empresas pueden asegurar el cumplimiento continuo con la normativa laboral sin esfuerzo adicional.
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La baja por accidente laboral la tramita el médico de la mutua o del sistema público de salud, quien emite el parte de baja. A partir del 1 de abril de 2023, el trabajador ya no tiene que entregar el parte a la empresa, ya que el INSS comunica directamente la información al empleador y a la Seguridad Social.
En una baja laboral por accidente de trabajo, la prestación económica corre a cargo de la Seguridad Social o de la mutua colaboradora desde el día siguiente al accidente. La empresa se encarga de abonar al trabajador la paga correspondiente, descontando después este importe en las cotizaciones sociales.
El cálculo del salario con baja por accidente laboral se realiza aplicando el 75 % de la base reguladora del trabajador desde el día siguiente al parte de baja. Si el convenio colectivo mejora esta condición, la empresa puede abonar el 25 % restante como complemento de incapacidad temporal. Este complemento se refleja en la nómina, pero está exento de cotización.
Si la baja se prolonga más de 365 días, la gestión pasa al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que evalúa si procede una prórroga, una alta o una declaración de incapacidad permanente.
La indemnización por accidente laboral, es un aspecto fundamental que todo empresario debe comprender para poder dar soporte a sus empleados
Explicamos la diferencia entre enfermedad común y accidente no laboral, qué implica cada baja y qué considerar para distinguir claramente las dos situaciones.
Cuando un individuo requiere una nueva baja laboral por no haberse recuperado completamente tras un alta médica, se denomina baja por recaída.
Todo lo que necesitas saber sobre la baja laboral por operación: derechos, trámites y duración.
El cálculo de la baja por accidente laboral se realiza en principio a la base reguladora del trabajador y la duración de la incapacidad temporal.
La gran invalidez es la incapacidad permanente que requiere la ayuda de otra persona para realizar los actos básicos de la vida diaria.