¿Cómo afecta la ley de competencia desleal a tu empresa?

¿Alguna vez te has preguntado si esa estrategia comercial agresiva que está utilizando tu competencia es legal? ¿O quizás te preocupa que algunas de tus propias prácticas empresariales puedan estar cruzando la línea de lo permitido? En el competitivo mundo empresarial actual, conocer los límites entre la competencia legítima y la competencia desleal no es solo una cuestión legal, sino una necesidad estratégica.
En este contexto, la ley de competencia desleal marca las reglas del juego para que todas las empresas compitan en igualdad de condiciones, protegiendo tanto a los competidores como a los consumidores (y al mercado en general). Aún así, sus implicaciones no siempre son evidentes, especialmente para aquellas empresas que están en fase de crecimiento empresarial o inmersas en procesos de transformación.
En el artículo de hoy, veremos de manera clara y práctica qué comportamientos están prohibidos en el contexto de la ley de competencia desleal, qué consecuencias pueden tener y cómo puedes asegurarte de que tu empresa compite de manera justa y legal. ¡Sigue leyendo para no perderte nada!
¿Qué es la Ley de competencia desleal?
En España, la ley de competencia desleal, formalmente conocida como Ley 3/1991, de 10 de enero, de Competencia Desleal, es el marco normativo que regula las prácticas comerciales en el mercado español. Su objetivo fundamental es garantizar que la competencia económica se desarrolle de manera leal y honesta, protegiendo los intereses de todos los participantes del mercado.
Esta ley no busca limitar la competencia, sino todo lo contrario: pretende asegurar que esta se desarrolle de manera justa, sin que ningún actor obtenga ventajas mediante prácticas engañosas, fraudulentas o contrarias a la buena fe.
La Ley 3/1991 de 10 de enero de competencia desleal ha ido experimentando varias modificaciones a lo largo de los años para adaptarse a las nuevas realidades del mercado, especialmente con la llegada del comercio electrónico y las nuevas formas de publicidad digital. Estas actualizaciones han ampliado su alcance, incluyendo nuevas prácticas desleales relacionadas con el entorno digital.
Es importante destacar que esta normativa se aplica a cualquier comportamiento realizado con fines concurrenciales en el mercado, independientemente de si existe o no una relación contractual entre las partes implicadas. Esto significa que protege no solo a las empresas competidoras, sino también a los consumidores y al interés público en general.
¿Qué dice la Ley sobre la competencia desleal?
La competencia desleal ley establece un principio general y una serie de comportamientos específicos que se consideran desleales. El principio general, recogido en su artículo 4, considera desleal "todo comportamiento que resulte objetivamente contrario a las exigencias de la buena fe". Este principio actúa como una cláusula general que permite adaptar la ley a nuevas prácticas que puedan surgir con el tiempo.
Además de este principio general, la ley identifica y prohíbe específicamente una serie de actos de competencia desleal, que podemos agrupar en varias categorías:
Actos de engaño y confusión: Aquellos que pueden inducir a error a los destinatarios o crear confusión con la actividad, prestaciones o establecimiento de otro competidor.
Actos de denigración y comparación: Los que menoscaban la reputación de un competidor o realizan comparaciones que no son objetivas ni verificables.
Actos de imitación: La imitación de prestaciones e iniciativas empresariales ajenas cuando generen confusión o supongan un aprovechamiento indebido del esfuerzo ajeno.
Violación de secretos: La divulgación o explotación de secretos empresariales conseguidos ilegítimamente.
Inducción a la infracción contractual: Persuadir a trabajadores, proveedores o clientes para que incumplan sus obligaciones contractuales con competidores.
Prácticas agresivas: Aquellas que mediante acoso, coacción o influencia indebida pueden afectar significativamente al comportamiento económico del destinatario.
Además, la ley también regula específicamente la publicidad desleal, las prácticas engañosas y agresivas con los consumidores, y establece un régimen sancionador para quienes incurran en estas prácticas.
Es importante señalar que, en el contexto de fusión de empresas, es especialmente relevante verificar que no se están adquiriendo responsabilidades derivadas de prácticas de competencia desleal realizadas por la empresa absorbida, ya que estas podrían transferirse a la entidad resultante.
¿Cuáles son los actos de competencia desleal?
Los actos de competencia desleal están específicamente tipificados en la ley que hemos mencionado. Así, conocerlos en detalle es fundamental para evitar incurrir en ellos inadvertidamente y para identificar cuando tu empresa puede estar siendo víctima de prácticas desleales. Los principales son los siguientes:
1. Actos de engaño
Se consideran desleales aquellas prácticas que contengan información falsa o que, aún siendo veraz, pueda inducir a error a los destinatarios sobre aspectos como:
Las características de los productos o servicios
El origen geográfico o comercial
Las condiciones de adquisición
Los motivos de la venta u oferta
La naturaleza, cualidades y derechos del empresario
2. Actos de confusión
Son aquellos comportamientos que pueden generar confusión con la actividad, prestaciones o establecimiento de otro competidor. Esto incluye el uso indebido de signos distintivos similares, la imitación de establecimientos, uniformes, vehículos, etc.
3. Omisiones engañosas
La omisión de información necesaria para que el destinatario pueda tomar una decisión con conocimiento de causa. También se considera desleal ocultar información o proporcionarla de manera poco clara o ambigua.
4. Prácticas agresivas
Comportamientos que, mediante acoso, coacción o influencia indebida, pueden mermar significativamente la libertad de elección del destinatario. Esto incluye visitas a domicilio no deseadas, llamadas telefónicas persistentes, o el uso de posiciones de poder para presionar.
5. Actos de denigración
Manifestaciones sobre un competidor que puedan menoscabar su crédito en el mercado, a menos que sean exactas, verdaderas y pertinentes.
6. Actos de comparación
Las comparaciones públicas de productos o servicios son permitidas solo si cumplen ciertos requisitos, como comparar aspectos verificables y relevantes, y no presentar bienes o servicios como imitaciones de otros protegidos por marca o nombre comercial.
7. Actos de imitación
La imitación de prestaciones e iniciativas empresariales es libre, salvo que estén protegidas por un derecho de exclusiva, generen confusión, supongan un aprovechamiento indebido de la reputación ajena, o constituyan una imitación sistemática para impedir la afirmación de un competidor en el mercado.
8. Explotación de la reputación ajena
El aprovechamiento indebido de las ventajas de la reputación industrial, comercial o profesional adquirida por otro en el mercado.
9. Violación de secretos
La divulgación o explotación de secretos empresariales a los que se haya accedido legítimamente pero con deber de reserva, o ilegítimamente.
10. Inducción a la infracción contractual
La inducción a trabajadores, proveedores, clientes y demás obligados a infringir los deberes contractuales contraídos con los competidores.
Estos son solo algunos de los actos tipificados como desleales. La ley también regula específicamente la venta a pérdida, la publicidad ilícita, y las prácticas desleales con los consumidores, entre otros comportamientos.
¿Qué es la competencia desleal y un ejemplo?
Para entender mejor qué es competencia desleal, nada mejor que analizar algunos ejemplos prácticos que nos muestran cómo estas prácticas pueden manifestarse en el día a día empresarial.
Ejemplo 1: Publicidad engañosa
Una empresa de suplementos alimenticios anuncia que su producto "elimina la grasa corporal en 7 días sin necesidad de dieta ni ejercicio", cuando los estudios científicos no respaldan tales afirmaciones. Esta práctica constituye un acto de engaño, ya que induce a error a los consumidores sobre las características y resultados del producto.
Ejemplo 2: Imitación confusoria
Una nueva cadena de cafeterías adopta un logotipo, decoración y uniformes extremadamente similares a los de una cadena reconocida, generando confusión entre los consumidores que pueden pensar que se trata de la misma empresa o que existe alguna relación entre ambas. Este comportamiento constituye un acto de confusión e imitación desleal.
Ejemplo 3: Denigración de competidores
El director comercial de una empresa tecnológica afirma públicamente en un evento del sector que los productos de su principal competidor "fallan constantemente y utilizan componentes de baja calidad", sin aportar pruebas que apoyen estas afirmaciones. Esta conducta representa un acto de denigración.
Ejemplo 4: Violación de secretos empresariales
Un ingeniero que deja su trabajo en una empresa farmacéutica se lleva con él la fórmula de un nuevo medicamento en desarrollo y la utiliza en la empresa competidora donde comienza a trabajar. Esta acción representaría una violación de secretos empresariales.
Ejemplo 5: Inducción a la infracción contractual
Una empresa contacta de manera sistemática a los empleados clave de su competidor ofreciéndoles mejores condiciones laborales, con el objetivo específico de debilitar a dicho competidor y apropiarse de su know-how. Esta práctica puede considerarse una inducción a la infracción contractual.
👉🏼 Es importante destacar que no toda competencia agresiva o estrategia comercial innovadora significa que se esté practicando competencia desleal. La ley no busca limitar la competencia legítima, sino asegurar que esta se desarrolle dentro de los límites de la buena fe y el respeto a las reglas del mercado.
Por ejemplo, ofrecer precios más bajos que la competencia, implementar programas de fidelización más atractivos, o desarrollar productos tecnológicamente superiores son prácticas perfectamente legítimas que forman parte de la competencia sana y beneficiosa para el mercado y los consumidores.
La clave está en distinguir entre estrategias comerciales legítimas y aquellas que buscan obtener ventajas mediante prácticas engañosas, fraudulentas o que atentan contra la buena fe comercial.
Así, la ley de competencia desleal establece un marco fundamental para garantizar que la competencia en el mercado se desarrolle de manera justa y honesta. Conocer en profundidad esta normativa no solo te ayudará a proteger tu empresa frente a prácticas desleales de competidores, sino también a asegurarte de que tus propias estrategias comerciales se mantienen dentro de los límites legales.
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